Allá por el año 1977 siendo ayudante de matricería en la empresa de mi padre, aprendí la técnica y comencé a diseñar algunos moldes, despertando en mí una pasión. Empecé a asistir a cursos y charlas técnicas, hasta que descubrí que un proveedor extranjero ofrecía las aleaciones de aluminio como algo novedoso que se empezaba a usar en Europa para la fabricación de moldes, y desde ahí, comenzamos a utilizarlo nosotros; pioneros en el tema, "moldes de aluminio", en nuestro país.
Cambiar ciertos paradigmas fue todo un desafío; resultó gracias al acompañamiento de nuestros clientes que confiaron en nosotros, como siguen haciéndolo hoy en día.
A partir de allí, incorporamos las primeras inyectoras a fin de terminar el ciclo comenzando con el molde, que es la inyección de piezas.
En adelante y hasta la actualidad, fuimos transitando un camino de reconocimientos; con tres ejes puestos al servicio del cliente: capacitación, calidad e inversión. Visitas a ferias internacionales, la incorporación sistemática de nuevas tecnologías y el compromiso diario, hoy nos ubican a la altura de nuestros competidores nacionales e internacionales, con un amplio reconocimiento en ambos mercados.
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